Uruguay’s Gitmo Problem (ENG & ESP)

As the United States continues to empty Guantanamo Bay of all its residents, evidence is mounting that the current administration is being lackadaisical in the handling of these known terrorists operatives.

In December of last year, six detainees were released from Guantanamo Bay. Of these detainees, four were Syrians, one Palestinian, and one Tunisian. All men were captured during the early fighting in Afghanistan, and held known ties to al-Qaeda.

One of the main conditions for release from Guantanamo is monitoring by the host country; however, reports show that these terrorists have since been living with no restraints in Uruguay’s capital, Montevideo.

The House chairman on foreign affairs, , wrote to Secretary of State John Kerry in April criticizing the release of these detainees. In the letter, Chairman Royce challenged the legality of the transfer stating,

After a first-hand assessment by Committee staff, this transfer appears to be inconsistent with U.S. law, as Uruguay has not taken steps to mitigate the risk that these detainees pose to the United States, including the U.S. Embassy in Montevideo

As you know, prior to such a detainee release, the Secretary of Defense is required by law (P.L. 113-66) to determine that steps have been or will be taken to ‘substantially mitigate the risk’ of released individuals from again threatening the United States or United States’ persons or interests

Additionally, Chairman Royce points out that according to then Uruguayan President Jose Mujica, these individuals were accepted under “refugees status”, resulting in a situation where they could not legally be monitored. Chairman Royce continues,

Uruguayan legislators and officials reported that while the government of Uruguay agreed to accept the detainees per formal U.S. government request, the only way the transfers would be permissible under Uruguayan law was for the detainees to arrive in Uruguay as refugees

Thus, the administration facilitated Uruguayan access to the detainees while still in Guantanamo Bay to encourage them to sign formal petitions for refugee status in Uruguay. According to two Uruguayan senators with whom committee staff spoke, once they arrived in Uruguay as refugees, Uruguayan law prohibited Uruguayan officials from conducting monitoring, surveillance or imposing travel restrictions on the detainees

It seems as though the administration did not fulfill the needed legal requirements in releasing these individuals.

Surprisingly, this is not the first time the administration has skirted the law while dealing with the release of known terrorists. Last May, the Obama administration failed to notify congress within the legal timeframe before freeing five Taliban officials in exchange for the release of Bowe Bergdahl.

The importance of Guantanamo Bay cannot be stressed enough. In fact last February, former high-level military and civilian personnel signed a petition demanding the prison stay open and functioning at full capacity.

It is becoming evident that politics weighs more than common sense in our Nation’s capital.


La problema de Guantánamo en Uruguay

A medida que los Estados Unidos continúa vaciando la prisión de Guantánamo de todos sus habitantes, hay más evidencia que la actual administración está siendo vago en el manejo de estos terroristas.

En diciembre del año pasado, seis detenidos fueron liberados de Guantánamo. De estos detenidos, cuatro eran sirios, un palestino y un tunecino. Todos los hombres fueron capturados durante los primeros combates en Afganistán por tener vínculos conocidos con Al Qaeda.

Una de las principales condiciones para la liberación de Guantánamo es la supervisión por el país anfitrión; sin embargo, los informes muestran que estos terroristas ya han estado viviendo sin restricciones en la capital de Uruguay, Montevideo.

El líder de la Cámara de Asuntos Exteriores, Ed Royce, escribió al secretario de Estado, John Kerry, en abril criticando la liberación de estos detenidos. En la carta, Royce impugnó la legalidad de la transferencia indicando,

Después de una evaluación por parte del personal del Comité, esta transferencia parece ser incompatible con la legislación estadounidense. Uruguay no ha tomado medidas para mitigar el riesgo de que estos detenidos a los Estados Unidos, incluyendo la Embajada de Estados Unidos en Montevideo

Como usted sabe, antes de tal liberación de los detenidos, el Secretario de Defensa es requerido por la ley (PL 113-66) para determinar que medidas han sido o serán llevados a “mitigar sustancialmente el riesgo” de los individuos liberados de nuevo amenazar los Estados Unidos o personas estadounidenses o sus intereses

Además, el representante Royce señalo que de acuerdo con el ex presidente uruguayo, José Mujica, estos individuos fueron aceptados en “estado de los refugiados”, dando lugar a una situación en la que no podían legalmente ser monitoreados. Representante Royce continúa,

Legisladores y funcionarios uruguayos informaron que mientras que el gobierno de Uruguay aceptó a los detenidos por solicitud del gobierno de los Estados Unidos, la única forma en que las transferencias serían permisibles bajo la ley uruguaya fue para que los detenidos lleguen a Uruguay como refugiados

De este modo, la administración facilitó el acceso del Uruguay a los detenidos cuando aún estaba en la Bahía de Guantánamo para animarlos a firmar peticiones formales de la condición de refugiado en Uruguay. Según dos senadores uruguayos con quien habló el personal del comité, una vez que llegaron a Uruguay como refugiados, la legislación uruguaya prohibido funcionarios uruguayos de llevar a cabo el seguimiento, la vigilancia o la imposición de restricciones de viaje a los detenidos

Parece que el gobierno no cumplió con los requisitos legales necesarios en la liberación de estas personas.

Sorprendentemente, esta no es la primera vez que el gobierno ha eludido la ley en el trato de la liberación de los terroristas. El mayo pasado, el gobierno de Obama no notificó el Congreso dentro del plazo legal antes de liberar a cinco funcionarios talibanes a cambio de la liberación de Bowe Bergdahl.

La importancia de la Bahía de Guantánamo no se puede enfatizar suficiente. De hecho el pasado febrero, ex militares y civiles de alto nivel firmaron una petición exigiendo mantener la prisión abierta y funcionando a pleno rendimiento.

Cada vez es más evidente que la política pesa más que el sentido común en la capital de nuestra nación.

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