Putin and Kirchner’s “Trade” Talks (ENG & ESP)

Argentine President Cristina Fernandez de Kirchner met with Russian President Vladimir Putin yesterday to start off bilateral trade talks. This most recent round of negotiations is set to commemorate the two countries’ 130th anniversary of diplomatic relations.

In the opening press conference, President Putin stated that while Argentina and Russia have shared a long diplomatic history, this meeting would serve to hash out remaining problems between the two nations. While there may not be any clear evidence of diplomatic conflict, these talks revolve around solving the decreasing influence of Russia in Argentina.

Due to increased relations between Kirchner and the Chinese, Russia has had to play catch-up to their regional ally. The Chinese have already secured a satellite-tracking base in the region, and Putin cannot risk losing such a historically strong partner in the Southern Hemisphere.

While Russian media portrays this meeting as one to increase food trade in order to ease the stress of international sanctions, the reality lies in more strategic opportunities. It has been reported that Argentina and Russia will sign agreements today involving not only trade, but military and energy cooperation as well.

Both Russian and Argentina have much to gain from increased relations. Russia is suffering from an embargo on perishable foods placed on it by Europe and the United States. As a result, Putin wishes to establish a deal which would send Argentine meat and dairy to Russia. In return, Putin is holding the opportunity of assistance in Argentina’s attempt to build another civilian-nuclear facility, named Atucha-III.

The possibility of military cooperation in these talks reflects both nations’ mentality when it comes to the West. This sort of cooperation proposed by Russia would see an increase in Russian arms sales to Argentina. Both nations have a certain level of hostility towards western powerbrokers, primarily the United States and Britain.

Putin believe that Britain is the real reason his country suffers from international sanctions, while Kirchner wants Britain to leave the Falkland Islands. This kind of mutual dislike towards Great Britain has led to an increase of British military personnel on the disputed territory. It has been rumored that Russia is ready to trade long-range bombers to the Argentine military in order to retake the oil rich islands.

Putin’s Russia has long held “polite animosity” towards the United States, essentially returning their diplomatic mentality to cold war posture. Putin has seen any opportunity to defy Western “imperialism” as an important step in fostering strong ties with various leftist governments in Latin America. As a result, Russia has supported Kirchner’s fight against American investors’ vulture funds throughout the region.

Putin’s ambitions are well known and an increase in Russian influence in Argentina should not be overlooked. With the developing ties in Argentina, as well as the existing strong ties with the regimes in Venezuela, Cuba, and Nicaragua, Putin is slowly building a formidable presence in the United States’ back yard.


 

La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, se reunió con el presidente ruso, Vladimir Putin, ayer para comenzar negociaciones comerciales bilaterales. Esta última ronda de negociaciones fue establecido para conmemorar 130 años de relaciones diplomáticas entre los dos países.

En la primera conferencia de prensa, el presidente Putin declaró que Argentina y Rusia han compartido una fuerte historia diplomática, pero esta reunión servirían para discutir problemas pendientes entre las dos naciones. Aunque puede que no haya ninguna evidencia clara de un conflicto diplomático, estas conversaciones se enfocan en la resolución de la caída de la influencia de Rusia en Argentina.

Debido al aumento de las relaciones entre Kirchner y los chinos, Rusia ha tenido que igualar con rapidez a su aliado regional. Los chinos ya han asegurado una base militar/satélite en la región, y Putin no puede correr el riesgo de perder un aliado tan históricamente fuerte en el Hemisferio Sur.

Mientras que los medios ruso representa esta reunión como uno para aumentar el comercio de alimentos con el fin de aliviar el estrés de las sanciones internacionales, la realidad se encuentra en las oportunidades más estratégicas. Se ha reportado de que la Argentina y Rusia firmarán acuerdos hoy día sobre no sólo el comercio, sino la cooperación militar y la energía también.

Tanto Rusia y Argentina tienen mucho que ganar con el aumento de las relaciones. Rusia está sufriendo de un embargo sobre los alimentos que fue implementado por Europa y los Estados Unidos. Como resultado, Putin quiere establecer un acuerdo que enviaría carne y productos lácteos de Argentina a Rusia. A cambio, Putin está sosteniendo la posibilidad de ayudar en el intento de Argentina de construir otra instalación civil nuclear, llamado Atucha-III.

La posibilidad de la cooperación militar en estas conversaciones refleja la mentalidad de ambas naciones cuando se trata del Occidente. Este tipo de cooperación propuesto por Rusia vería un aumento en las ventas de armas rusas a Argentina. Los dos naciones tienen un cierto nivel de hostilidad hacia los agentes del poder occidentales, principalmente los Estados Unidos y Gran Bretaña.

Putin cree que Gran Bretaña es la verdadera razón por que su país sufre de sanciones internacionales, mientras que Kirchner quiere que Bretaña debe abandonar las Islas Malvinas. Este tipo de aversión mutua hacia Gran Bretaña ha dado lugar a un aumento del personal militar británico en el territorio disputado. Se ha rumoreado que Rusia está dispuesta a intercambiar bombarderos de largo alcance a los militares argentinos con el fin de retomar las islas, que son fértiles del petróleo.

La Rusia de Putin se ha sostenido durante mucho tiempo “animosidad amable” hacia los Estados Unidos, básicamente volviendo a la mentalidad diplomática de la guerra fría. Putin ve todas las oportunidades para desafiar el “imperialismo” occidental como un paso importante en el fomento de fuertes vínculos con varios gobiernos de izquierda en América Latina. Como resultado, Rusia ha apoyado la lucha de Kirchner contra los fondos buitres de los inversores estadounidenses en toda la region.

Las ambiciones de Putin son bien conocidos y el aumento de la influencia rusa en la Argentina no se debe dejar sola sin hacer nada. Con los relaciones en desarrollo en Argentina, así como los fuertes lazos existentes con los régimen en Venezuela, Cuba y Nicaragua, Putin está construyendo lentamente una formidable presencia en el patio de los Estados Unidos.

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