Putin Gets GPS Base in the Americas (ENG & ESP)
Nicaragua’s parliament has accepted a deal in which Russia will be allowed to open and operate a satellite ground station in the Central American country. This proposed facility will function as a key component to Russia’s GLONASS, the Russian equivalent to the United States’ GPS.
The two nations claim that this command center will be strictly for peaceful, civilian purposes; however, recent events make it increasingly difficult to trust Vladimir Putin’s word.
While it has been approved by Nicaraguan President Daniel Ortega’s rubberstamp parliament, some opposition leaders are speaking out against it, stating that it was forced on them by the president without sufficient time to examine the deal. This should not come as a surprise due to the fact that Ortega has had close ties to the ex-Soviet Union since the early 1980s.
This most recent action by Nicaragua should begin to peak the interest of US policy makers. In February, Russian Minister of Defense Sergei Shoigu was able to secure simplified port entry protocol for military and surveillance vessels into Nicaraguan ports. In exchange for this strategic asset, Russia sent Nicaragua outdated MiG-29 fighter jets.
The reasoning behind this latest deal has three parts:
- Putin wants to compete against Chinese influence in the region. In 2014, China began work on the Nicaragua Canal, a shipping lane meant to compete with the Panama Canal. Additionally, the Chinese have also been able to open up a duel-purpose satellite base in southern Argentina.
- Putin knows that there exists the distinct possibility that a new American administration would not tolerate his regional expansion. The Russian method of operations for years has been to probe how far they can reach into America’s sphere of influence. As a result, he is developing important relationships in America’s backyard that will one day serve as critical diplomatic bargaining chips.
- The Russian intelligence apparatus knows the importance of mass collecting GPS coordinates in a region. For years the United States’ intelligence agencies have fought against allowing Russian GLONASS on American soil due to the fear that it would improve Russian espionage and warfare capabilities. With the approval of such a base in Nicaragua, the Russians have filled those needs.
This is not the only instance of Russian expansion into the Southern Hemisphere. Since Vladimir Putin took the reigns of Russia, the country has continuously attempted to establish and develop relations with many Latin American countries.
Just last week, Argentine President Cristina Kirchner and Putin began to establish the framework for assistance in developing Argentina’s third nuclear reactor. Putin also has agreed to the possibility of trading strategic long-range bombers for Argentine beef.
In addition to the recent activity with Argentina and Nicaragua, Putin has developed the strongest relation with Venezuela. Since the mid-2000s, Russia has supplied the Venezuelan regime with vast quantities of small arms and military technology.
As a former KGB official, President Putin knows the importance of obtaining allies in Latin America for future diplomatic or militaristic confrontation with the United States. Whether it is establishing nuclear alliances in Argentina, or selling weapons to the Chavista regime in Venezuela, Putin has laid his plan out for the world to see, yet no one reacts.
Putin consigue base de GPS en las Américas
El Parlamento de Nicaragua ha aceptado un acuerdo en el que Rusia abrirá una estación satelital en el país centroamericano. Esta instalación funcionará como un componente clave para la GLONASS, el equivalente ruso al GPS de los Estados Unidos.
Las dos naciones afirman que este centro de control será estrictamente para fines civiles, pacíficos; sin embargo, los recientes eventos hacen que sea cada vez más difícil confiar en la palabra de Vladimir Putin.
A pesar de que ha sido aprobado por el parlamento nicaragüense, algunos líderes de la oposición están hablando en contra de ella, afirmando que se vio obligado en ellos por el presidente, y pasado sin tiempo suficiente para examinar el trato. Esto no debería ser una sorpresa debido al hecho de que Ortega ha tenido estrechas relaciones con la antigua Unión Soviética desde principios de los años 80.
Esta acción reciente de Nicaragua debe empezar a captar el interés de los políticos estadounidenses. En febrero, el ministro ruso de Defensa, Sergei Shoigu, fue capaz de asegurar simplificada protocolo de entrada de puerto para los buques militares y de vigilancia en los puertos nicaragüenses. A cambio de esta acción estratégica, Rusia envió Nicaragua MiG-29 aviones de combate.
El razonamiento detrás de este último acuerdo tiene tres partes.
- Putin quiere competir contra la influencia china en la región. En 2014, China comenzó a trabajar en el Canal de Nicaragua, una ruta marítima destinado a competir con el Canal de Panamá. Los chinos también han sido capaces de abrir una base de satélite en el sur de Argentina.
- Putin sabe que existe la posibilidad de que una nueva administración estadounidense no toleraría su expansión regional. El método ruso de operaciones durante años ha sido la de investigar hasta dónde pueden llegar en la esfera de influencia de los Estados Unidos. Como consecuencia, Rusia está desarrollando relaciones importantes en el patio trasero de los Estados Unidos que un día servirá como cebo en negociaciónes diplomáticas.
- Por último, el aparato de inteligencia de Rusia conoce la importancia de la recogida masiva de las coordenadas GPS en una región. Durante años, las agencias de inteligencia de los Estados Unidos han luchado en contra de permitir el GLONASS ruso en territorio estadounidense debido al temor de que podría mejorar las capacidades de espionaje y de guerra. Con la aprobación de este tipo de base en Nicaragua, los rusos han llenado esas necesidades.
Este no es el único caso de la expansión rusa en el hemisferio sur. Desde que Vladimir Putin tomó las riendas de Rusia, el país ha intentado continuamente para establecer y desarrollar las relaciones con muchos países latinoamericanos.
La semana pasada, la presidenta argentina Cristina Kirchner y Putin comenzó a establecer el marco para la asistencia en el desarrollo de un tercer reactor nuclear en Argentina. Putin también ha aceptado la posibilidad de negociar los bombarderos estratégicos de largo alcance para la carne argentina.
Además de la actividad reciente con Argentina y Nicaragua, Putin ha desarrollado la relación más fuerte con Venezuela. Desde mediados de la década de 2000, Rusia envió el régimen venezolano grandes cantidades de armas pequeñas y tecnología militar.
Como ex oficial de la KGB, el presidente Putin sabe la importancia de obtener aliados en América Latina para la futura confrontación diplomática o militarista con los Estados Unidos. Ya se trate en el establecimiento de alianzas nucleares en Argentina, o la venta de armas al régimen chavista en Venezuela, Putin ha puesto su plan para que el mundo vea, pero nadie reacciona.
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